martes, 24 de junio de 2014

UN FIN DE SEMANA MEDIEVAL

Buenas noches, aquí estoy descansando después de un día duro, de poner desayunos, hacer tortillas de patata, pastelitos, una tarta de encargo,..........y  un sinfín de cosas más. Agotada, desde luego, pero este fin de semana ha sido magnífico y os diré por qué.
El Viernes empezó la Feria Medieval, situada justo enfrente del Adagio. Teníamos muchas esperanzas puestas en la feria, preparamos barriles, llenamos el almacén de bebidas, la nevera, en fin, todo preparado para lo que se suponía un fin de semana a tope. Os cuento; el Viernes empezó el día más o menos bien, pero a mediodía la cosa ya pintaba bastante fea, unas nubes negras se iban aproximando sobre los puestos de la feria. Dios mío, cada vez se ponía más negro, hasta que empezó a caer la lluvia con ganas y acompañada de granizo. En un momento el cielo oscureció y la tarde más parecía una tarde invernal que de verano, si no hubiera sido por el calor que hacía, claro. En un momento, la gente desapareció, no se veía un alma y la noche que tanto prometía, desapareció en un montón de agua bajo un plomizo cielo de verano. Así pues, el Viernes no fue para nada un día bueno, la gente se esfumó y el Adagio vacío, bueno el "Sábado mejorará"-pensamos. Y así fue, ya a primeras horas del día, los dueños de los puestos de la feria empezaron a entrar a desayunar, que si tostadas, que si tortilla, que si croissant, napolitana, zumos de naranja, café,............. ¡uf! no dábamos a basto. Fue una mañana dura sí, pero muy satisfactoria. Las personas de los puestos venían a desayunar a nuestro café. Con sus trajes medievales, pareciera que el Adagio se hubiera trasladado a otra época. Se les veía cansados, decepcionados, todo por la maldita lluvia, que se llevó todas sus ilusiones y esperanzas. Pero no todo estaba perdido, la cosa podía mejorar y así fue, después de un Viernes pasado por agua, el Sábado parecía que prometía. Desde luego el Sábado fue el mejor día de la feria, había gente por todos lados, en los bares, en las terrazas,en la calle, paseando, comprando en los puestos, hasta yo me escapé un ratito para dar un paseo y comprarme un anillo y unas carteritas en un puesto de un chico argentino que vino a desayunar a nuestro local.
Os diré algo y aquí os explico el por qué de lo magnífico que ha sido este fin de semana. He conocido gente estupenda, como este chico que os digo, super simpático, amable, encantador, se fue y no supe su nombre, pero le di mi tarjeta y espero que me lea de vez en cuando. Tiene un puesto de carteras, anillos y no recuerdo qué más, pero espero y deseo que tenga suerte, por que en las carteras estampan ellos, (me refiero a él y su familia) imágenes muy chulas y además con esa simpatía no creo que nadie se resista. Gracias por haber venido a nuestro café, si vuelves, haznos una visita.
Conocimos también a otra chica estupenda, Mónica, que tenía un puesto de cuadros, de cerámica, que hacía ella misma. Un trabajo exquisito y de una gran elaboración. No la vi contenta, más bien la noté triste y decepcionada y es que el esfuerzo y la dedicación puesta en su trabajo, no se vio recompensada de ninguna manera. Una persona, Mónica, especial. Lo que más me gustó de ella fue su voz, una voz suave y algo melancólica, pero agradable. Una persona sincera y agradecida, muy agradecida. El Lunes por la mañana, antes de irse vino a desayunar y nos dio dos besos. Nos dijo que la habíamos tratado muy bien y que dentro de lo malo, se había sentido muy agusto con nosotros. Muchas gracias, Mónica, me llena de alegría y de satisfacción oir a personas como tu, que aunque estén mal, siempre tienen una palabra de agradecimiento hacia los demás. Muchos besitos y espero que te vaya bien con tu trabajo.
Además de estas dos personas, conocimos alguna más, solo que no entablamos tanta amistad, pero he de deciros que todos super majos y super amables. Muchas gracias a todos por haber venido a nuestro café y por habernos puesto la mejor de vuestras sonrisas.
Y el fin de semana medieval se acabó y con él se fueron aquellas personas a las que quizá no vuelva a ver, pero que me han dejado una huella muy grande en mi corazón.
Un besito a todos, espero que me sigáis y os prometo que muy pronto pondré fotos de mi vitrina, con mis pastelitos y mis tartas. Disfrutad y sed buenos. Os quiero.




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